En nuestra sucursal Port Townsend, un socio llegó frustrado e inseguro tras la denegación de un préstamo en otra institución financiera. Esperaba financiar un vehículo utilitario side-by-side con su auto pagado como garantía. Desafortunadamente, el auto tenía un título de propiedad, lo que lo hacía inelegible para el préstamo. Mientras otros prestamistas se quedaban en esa situación, nuestro equipo buscó soluciones.
En lugar de rechazarlo, nuestro personal hizo más preguntas y exploró alternativas. Estaba dispuesto a usar un aval; su primera opción no funcionó, pero la segunda sí. Gracias a la persistencia y el apoyo de nuestro equipo, logró obtener el préstamo que necesitaba. Lo que hizo el momento aún más significativo fue que otra cooperativa de crédito lo había recomendado después de que ellos mismos lo rechazaran.
No solo se fue con la financiación que necesitaba, sino también con una nueva situación financiera. Más tarde regresó para contarnos lo mucho que significó la experiencia para él y cómo ahora recomendaba PCU a sus amigos y familiares. Fue un triunfo no solo para su compra, sino también para su confianza y su futuro financiero.