Sharon contactó con nuestro Centro de Atención Telefónica de Servicios Electrónicos entre lágrimas. Acababa de descubrir que su identidad había sido utilizada para abrir cuentas fraudulentas, incluyendo un préstamo que no había solicitado. No sabía por dónde empezar ni en quién confiar.
Vanessa, una de nuestras especialistas, contestó el teléfono y reconoció de inmediato lo asustada y abrumada que estaba Sharon. Vanessa permaneció al teléfono durante casi una hora, ayudándola a contactar con las agencias de crédito, presentar una denuncia policial y revisar sus cuentas en Peninsula para detectar cualquier indicio de actividad no autorizada. Vanessa la orientó paso a paso, la tranquilizó y le aseguró que PCU la acompañaría en todo el proceso.
Sharon nos contó más tarde que era la primera vez en semanas que sentía que alguien la respaldaba. El fraude la había afectado, pero la empatía y la minuciosidad que recibió en esa llamada la ayudaron a recuperar la confianza y la tranquilidad.